Los Switches se utilizan para conectar múltiples dispositivos en una red local para dirigir el tráfico de datos dentro de una red, enviando los datos solo a los dispositivos específicos para los que están destinados.
Los Switches operan mediante la inspección de las direcciones MAC (Media Access Control) de los dispositivos conectados a ellos, cuando el switch recibe datos de un dispositivo, los analiza para determinar a qué dispositivo o dispositivos en la red deben enviarse los datos específicamente, en lugar de a todos los dispositivos en la red como lo haría un hub.
Los switches operan en la capa de enlace de datos del modelo OSI y utilizan la dirección MAC (Media Access Control) para determinar a qué puerto enviar los datos entrantes, por lo cual permite que los switches envíen datos de manera eficiente a los dispositivos correctos en la red.
Están disponibles con diferentes números de puertos, que pueden variar desde unos pocos puertos hasta cientos de puertos en dispositivos de nivel empresarial. La capacidad de puerto de un switch determina cuántos dispositivos pueden conectarse directamente a él.
Ofrecen características de redundancia para mejorar la disponibilidad de la red. Esto incluye la compatibilidad con protocolos de enrutamiento redundante, como Spanning Tree Protocol (STP) o Rapid Spanning Tree Protocol (RSTP), que evitan los bucles en la red y garantizan una conectividad estable.
Es la capacidad máxima de datos que el switch puede procesar por segundo. Se mide en gigabits por segundo (Gbps) y determina la cantidad de datos que el switch puede manejar simultáneamente.